Préstamo Bancário Conviene? - Mangoverso
Mango | Publicado: 30/10/2025 Actualizado: 30/10/2025

Préstamo Bancário Conviene?

Pedir dinero al banco puede parecer la solución perfecta cuando necesitás liquidez o querés cumplir un objetivo rápido. Las publicidades lo pintan fácil, cómodo y lleno de beneficios. Pero —como casi todo en finanzas— lo importante está en los detalles.

Antes de firmar, conviene entender qué estás realmente contratando: tasas, comisiones, seguros y, sobre todo, si ese préstamo te acerca o te aleja de tus metas financieras. En este artículo te contamos, sin rodeos, cuándo un préstamo bancario tiene sentido y cuándo puede convertirse en una trampa para tu bolsillo.

Prepárate para descubrir las claves, los costos ocultos y los escenarios en los que tomar crédito puede ser una decisión inteligente… o un error costoso.

Lo que el banco suele promocionar

Cuando vas a pedir un préstamo el banco te lo pinta como algo fácil y atractivo. Entre las características que promocionan están:

  • Tasa fija en pesos (eso suena bien, pero hay que ver el número).
  • Montos de hasta 1.000.000 de pesos dependiendo del tipo de cliente.
  • Posibilidad de elegir la fecha de vencimiento de las cuotas.
  • Seguro bonificado (en algunos bancos hoy lo ofrecen y antes lo cobraban).
  • Opciones para pedirlo online, por teléfono o en sucursal.

¿Para qué te invitan a sacar un préstamo?

En la publicidad te van a poner opciones como: ¿para qué? viajar, manejar tus tiempos, remodelar la casa, celebrar algo. A mi juicio, sacar un préstamo para un viaje o para gastos pasivos no tiene sentido: te transformás en deudor por algo que no va a generar ingresos. Si vas a invertir en herramientas de trabajo, en un negocio o en algo que aumente tu flujo de caja, ahí sí puede justificar un crédito.

Comisiones y costos escondidos que tenés que revisar

  • Precanceleación parcial: suele cobrarse un 3% sobre el monto que querés cancelar anticipadamente.
  • IVA: recordar que muchos cargos y comisiones llevan IVA (21%). No lo subestimes: puede sumar bastante.
  • Seguro de vida: el banco puede exigir o sumar un seguro en forma de porcentaje al total del préstamo.
  • Costos financieros totales (CFT): es el indicador que refleja lo que realmente vas a pagar y puede variar mucho según tu categoría de cliente.

El tema del tipo de cliente

No todos los clientes del banco son iguales y eso influye muchísimo en cuánto te cobran y cuánto te prestan. Por ejemplo, en un banco típico las categorías pueden ser:

  • Cliente básico: límite menor (ejemplo 250.000 pesos), tasas más altas y CFT muy elevado.
  • Advance o intermedio: límite mayor (ejemplo 500.000 pesos) y mejores condiciones.
  • Premier o Premier Black: hasta 1.000.000 de pesos y tasas más bajas.

Si además acreditás tus haberes en ese banco, las condiciones suelen mejorar. Los bancos usan esto para fidelizar: si pedís préstamos y pagás bien, te suben de categoría y te ofrecen mejores tarjetas y beneficios.

Plazos y cómo afectan la cuota y el total pagado

En general los préstamos personales se ofrecen desde 6 hasta 60 meses. Hay una regla clásica:

  • Plazo corto = cuotas más altas cada mes, pero menor monto total a pagar.
  • Plazo largo = cuotas más bajas cada mes, pero mayor monto total a pagar en términos nominales.

Si tenés dudasa sobre tu estabilidad laboral o ingresos, cuidado: cuotas altas pueden dejarte muy expuesto ante cualquier imprevisto.

Ejemplo práctico

Un ejemplo que ilustra bien cómo se compone la cuota. Para un préstamo de 100.000 pesos a 24 meses:

  • Una cuota típica podría ser 6.406 pesos, desglosada en 2.584 de amortización y 3.822 de intereses.
  • Además el IVA (aproximadamente 803 pesos en el primer mes según el ejemplo) se calcula sobre los intereses y va disminuyendo con el tiempo al bajar la porción de interés.
  • En total, en dos años podrías terminar pagando alrededor de 165.000 pesos por esos 100.000 iniciales.

Si tomamos el dólar “blue” como referencia (ejemplo con valor 138), esos 100.000 pesos al momento de pedir el préstamo serían alrededor de 700 y pico de dólares. Si la inflación y la devaluación avanzan, en términos de dólares tu deuda puede perder peso real con el tiempo.

Inflación y monedas: otra variable clave

Vivimos en un país inflacionario. Eso cambia el análisis:

  • Pagar 7.000 pesos hoy no es lo mismo que pagar 7.000 pesos dentro de 17 meses: el poder adquisitivo puede haber caído.
  • Si el dólar sube (por ejemplo a 200), la deuda en términos de dólares será menor que si el dólar se mantiene en niveles actuales. No es una recomendación para tomar riesgos, pero es un factor real que afecta el costo real del préstamo.

Cuándo puede convenir y cuándo no

Conviene considerar un préstamo cuando:

  • Lo usás para invertir en algo que genere flujo de caja o aumente tu capacidad de generar ingresos.
  • Necesitás liquidez para cubrir un imprevisto y tenés un plan claro para pagar las cuotas.
  • Si podés acceder a mejores condiciones por ser cliente con acreditación de haberes y por categoría bancaria.

No suele convenir cuando:

  • Es para gastos de consumo que no generan retorno (viajes, celebraciones, gastos corrientes).
  • No tenés certidumbre sobre tus ingresos futuros o no podés soportar la cuota mensual en caso de imprevistos.

Consejos prácticos antes de firmar

  1. Compará tasas y CFT entre bancos y ofertas. El CFT es el número que te dice la carga real.
  2. Verificá si sos cliente y si tenés acreditación de haberes: eso puede mejorar mucho las condiciones.
  3. Leé la letra chica: seguro obligatorios, IVA sobre comisiones, penalidades por precancelación.
  4. Si vas a precancelar parcial, evaluá si querés reducir el plazo o la cuota; el banco debería darte la opción.
  5. Si tomás el préstamo online o por teléfono hacelo con toda la documentación y compará el costo final.

Conclusión: el préstamo correcto puede ser una herramienta, no una trampa

Pedir un préstamo no es malo… malo es hacerlo sin estrategia. Un crédito bancario puede ser tu aliado si lo usás para crecer, invertir o mejorar tu flujo de ingresos. Pero si lo pedís para gastos pasajeros, lo más probable es que termines pagando mucho más de lo que imaginabas.

Antes de aceptar la oferta “tentadora” del banco, compará tasas, entendé el CFT real y pensá fríamente si ese dinero va a generar valor o solo cubrir un capricho momentáneo. En finanzas personales, la decisión inteligente no es la que emociona, sino la que sostiene.

Si el préstamo te ayuda a avanzar, tomalo con planificación. Si no, la mejor decisión puede ser esperar.
Recordá: endeudarte sin propósito es regalar tu futuro a los intereses del banco.

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